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Síndrome de la madre fatigada o Síndrome del quemado.



En un principio se le acuñe el título de Síndrome de Burnout al stress laboral, mismo que se trata de un estado de agotamiento físico, emocional y mental, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado.


Puede tener consecuencias muy graves, tanto en la esfera física como psicológica. Dos de los síntomas más comunes son depresión y ansiedad, motivos de la gran mayoría de las bajas laborales.


Sin embargo, hemos podido descubrir que, al paso del tiempo, que las madres con el estilo de vida que se lleva en la actualidad y en medio de una pandemia, dicho síndrome es cada vez más visto en los hogares.


Esto debido a que, en la actualidad, las madres, padres y abuelos a cargo de un menor tienen no solo que responsabilizarse de los quehaceres cotidianos del hogar, hacer home office, sino que, además le agregamos que por ahora, tienen la responsabilidad casi total de la enseñanza académica del menor o menores en casa.


En la actualidad, muchos de estos adultos, están siendo víctima del stress crónico que va de moderado a agudo. Por lo que te mostramos algunos datos para que logres identificar si tu o alguien cercano a ti, está pasando por este padecimiento:


1. Cambios constantes en el estado de ánimo, donde predomina el mal humor.

2. Desmotivación y desánimo, sobre todo para realizar las actividades cotidianas que acostumbra o acostumbraba realizar.

3. Agotamiento mental, baja a nula concentración, descuidos aparentemente insignificantes o distracciones constantes.

4. Hipersensibilidad a la crítica.

5. Falta de energía y menor rendimiento.

6. Afecciones del sistema locomotor o movimientos involuntarios.

7. Dolor y rigidez muscular.

8. Problemas gastrointestinales.

9. Problemas cardiovasculares.

10. Alteraciones en la piel.

11. Quejas de constantes dolores de cabeza o mareos.

12. Alteraciones del apetito sexual. Y,

13. Obesidad.


Cabe mencionar que, el origen exacto de este síndrome no está determinado, sino que unas de las posibles causas son:


a. Esfuerzo extra o sobre carga por cumplir con lo esperado por otros (trabajo, hogar, pareja, hijos, etc.)

b. Elevado sentido de responsabilidad.

c. Jornadas de actividades extendidas que, equivalen a más de 10 horas diarias.

d. Tensión o presión por jefes y maestros.

e. Actividades monótonas.

f. Falta o poco espacio en el hogar para hacer home office y/o homeschooling.


El síndrome de burnout debe tratarse de forma global, con iniciativas que incluyen desde cambios en que se están organizando en casa, distribución de tareas y hasta tratamiento psicológico. En el plano del tratamiento psicológico debe centrarse en:

1. Psicoeducación y auto–conocimiento. Conocer acerca del síndrome y los factores que lo originan, así como las circunstancias que están detrás de cada caso particular.

2. Practicar técnicas de relajación que le permitan a la persona aprender a afrontar el estrés. Mediante técnicas de respiración, yoga, estiramientos y, si así lo desea la persona, con terapia psicológica cognitivo–conductual.

3. Re-encuadrar y ajustar las expectativas a la realidad.

4. Mejorar la autoestima.

5. Trabajar su resiliencia y asertividad.

6. Cambiar hábitos cotidianos por unos más saludables. Tales como, optar por una alimentación sana, si es el caso: abandonar el tabaco, el alcohol y otras drogas; así mismo, optar por la práctica regular de ejercicio físico de forma rutinaria.


Conclusiones

El Síndrome de Burnout posee una alta incidencia en recientes fechas entre madres, padres o adultos mayores a cargo de menores en etapa escolar y, es conocida la capacidad que posee de afectar la calidad de vida de los individuos que lo sufren (inclusive puede provocar graves alteraciones emocionales), por lo que es vital entenderlo para poder prevenirlo y tratarlo.


Por: Psic. Ivette Gallegos

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